Pena de 18 años y medio al acusado que mató a su abuela por 20 euros

J. M. / Toledo
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El hombre de 35 años reconoció ayer los hechos y rebajó en más de seis años la petición inicial de la Fiscalía. «Quiero que se acabe esto cuanto antes», dijo en su declaración

El acusado de matar a su abuela en Talavera quería ayer que el juicio en la Audiencia Provincial acabara «cuanto antes». Así lo manifestó en su lacónica y casi ininteligible declaración ante la jueza y el Tribunal del Jurado. La Fiscalía y la Defensa habían llegado ya previamente a un acuerdo sobre la culpabilidad de J. L. H. A., quien por lo tanto reconocía de esta manera los hechos: mató con un cuchillo a su familiar. Por ello, cumplirá 18 años y medio de prisión por asesinato y robo con violencia. Todo por 20 euros, una cadena de oro y una alianza.

La presencia del jurado popular resultó apenas testimonial. No obstante, se cumplió el trámite de su constitución para que escucharan al encausado declararse culpable de la acusación de la Fiscalía. Las pruebas contra el único implicado en los hechos resultaban manifiestas, y la Defensa apenas tenía poder de maniobra, tal y como reconoció el letrado, Carlos Lucas Cifuentes, al témino de la sesión.

Con este acuerdo, la Defensa ha rebajado en más de seis años años la petición inicial de 25 del Ministerio Fiscal por los delitos de asesinato y de robo con violencia, con la atenuante de la disminución de sus facultades por una esquizofrenia paranoide y la consumición de drogas. Asimismo, se apreciaba la agravante de parentesco entre la víctima y el encausado. De este modo, los hechos quedan calificados con la pena mínima para cada uno de los delitos (15 años por asesinato y tres y medio por robo con violencia).

Así se resume la primera  y única jornada de un juicio cuya duración se preveía de tres días. No hizo falta la comparecencia de los expertos y los policías que intentaran demostrar la autoría del acusado, quien acababa de cumplir 34 años cuando sucedieron los hechos, el 31 de mayo de 2014.

Ese día, como relató la Fiscalía, el acusado recibió una llamada al portero automático de un conocido que le reclamaba 20 euros. J. L. H. A. salió de su casa en la calle Miguel Ángel y se dirigió al domicilio de su abuela, localizado en la misma vía. Antes, había cogido un cuchillo de 15 centímetros de hoja, arma que clavó a la víctima de 80 años por primera vez por la espalda, por lo que el fiscal le atribuyó un delito de asesinato por la alevosía en la comisión. Después, llegó una secuencia de puñaladas en la cara y otras partes del cuerpo hasta que se rompió el mango.

El acusado se apoderó de los 20 euros que guardaba la víctima en un monedero y le quitó la alianza que llevaba puesta en un dedo. Asimismo, se llevó una cadena de oro con tres medallas del mismo metal. Posteriormente, se lavó las manos y el arma del crimen.

Ya en la calle, pagó la deuda con el conocido y se marchó a su casa, donde se cambió de ropa y calzado. El arma y las prendas fueron arrojadas en una bolsa a un contenedor ubicado en la plaza de Goya de Talavera, y el bolso donde guardó las joyas fue tirado a una fuente del cercano Parque de la Covacha.

La Fiscalía concedió finalmente que el acusado tenía disminuidas sus facultades. Padecía una esquizofrenia paranoide, circunstancia a la que añadía la Defensa que había consumido una gran cantidad de drogas. J. L. H. A. reconoció igualmente ante la jueza de la Audiencia Provincial y el jurado el ánimo de lucro.

El abogado defensor, representante por el turno de oficio, afirmó durante su intervención ante la jueza y el jurado que el acusado estaba pasando un calvario al ser consciente de los hechos ocurridos el 31 de mayo de 2014.

Tal y como publicó este diario cuando sucedieron los hechos reconocidos, el acusado se lanzó al río Tajo poco después tras discutir con un familiar que pertenecía a la Policía Local. El hombre se tiró desde una altura de unos ocho metros, y un agente de la Policía Nacional se lanzó a por él y lo detuvo.