Vecinos del Barrio de Santa María asistieron ayer al Pleno Municipal  para demostrar su descontento con la falta de atención que según sus palabras muestra el concejal de Deportes, Javier Porras, hacia las instalaciones de su piscina municipal. El presidente del colectivo vecinal, Julián Gómez, lamentó además que el edil no les recibiese unos minutos poco después de la sesión plenaria, a la que asistieron después de registrar en el Ayuntamiento alrededor de mil firmas solicitando una mayor atención ante la «desidia» y el «estado de abandono» de la instalación que ya el año pasado se abrió tres semanas después que el resto de piscinas de la ciudad.

Gómez, rodeado de numerosos vecinos, critica la falta de mantenimiento de los responsables municipales por lo que dudan que su piscina pueda abrirse, igual que el resto, el próximo 8 de junio.

No es la única queja del barrio al que el mismo Gómez calificó de «abandonado» en los últimos años.

En este sentido, lamentó el modo de funcionamiento de su centro de salud, donde sólo se atienden a personas mayores de 65 años, la falta de un acceso seguro al barrio sin raqueta o rotonda, o la imposibilidad de contratar ADSL por la falta de líneas de teléfonos soterradas. «No podemos tener a los barrios abandonados porque no estén en el centro de la ciudad, somos todos iguales», finalizó.