La mujer de 69 años que fue atacada ayer, junto con su familia, por un enjambre de abejas permanece estable en la UVI del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, después de haber recibido más de un centenar de picaduras por el cuerpo. La acumulación de veneno complicó el pronóstico de la paciente, quien ingresó grave en el centro hospitalario.

Los familiares de la víctima, identificada por las iniciales C. A. P., aguardan a las puertas del hospital toledano la evolución del estado de salud de la mujer. Mientras, su marido fue dado de alta después de ser atendido en urgencias en el mismo centro hospitalario. El ataque de las abejas, aunque los servicios de emergencias informaron en un primer momento de que se trataba de avispas, afectó también a otros tres integrantes de la familia, los cuales se desplazaron por sus propios medios hasta el Hospital de Móstoles.

El matrimonio se encontraba en el interior de su vehículo cuando recibió el sábado cerca de las 16 horas el fortísimo ataque que dejó a la mujer con más de un centenar de picaduras de un enjambre de abejas. Dos equipos de bomberos de Madrid y Santa Olalla acudieron al lugar del suceso, un camino entre las urbanizaciones de Las Moreras y Calalberche a más de un kilómetro del casco urbano de Méntrida.

Hasta el lugar de los hechos, se desplazaron numerosos medios de urgencias: Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, una UVI móvil, un helicóptero, un médico de urgencias, una ambulancia y las dos dotaciones de los bomberos.

Por otro lado, los agentes del Consorcio Provincial de Bomberos atendieron ayer una llamada para retirar un enjambre de abejas en un árbol de un parque público en el término municipal de Santa Ana de Pusa, en la comarca de La Jara. El servicio duró más de una hora y media, entre las 15,30 y las 17,09 horas.

datos de los últimos años. Así, entre las atribuciones de los bomberos, figura la retirada de los enjambres. De este modo, cada año hacen esta labor con cifras dispares; según los datos del Consorcio Provincial, los agentes actuaron en 12 ocasiones el año pasado, menos que en ejercicios anteriores: 33 en 2013; 12 en 2012, y 79 en el año 2011.

Entre las técnicas empleadas en estas operaciones, se encuentra el uso de una ampolla de reclamo que confunde a los insectos y dejan la guarida, con la ayuda de una especie de aspiradora para guardar las abejas. Posteriormente, un apicultor se lleva los ejemplares para distribuirlos por las colmenas para que continúen con la fabricación de miel.