Alejandro Cao: «Un criminal no debe estar en la cárcel viendo la tele y poniéndose de drogas hasta arriba como ocurre en españa»

I.P.Nova / Toledo
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Delegado del Comité de Relaciones Culturales de Corea del Norte

Conocido como «el amigo español de Corea del Norte», Alejandro Cao de Benós vive a caballo entre su tierra natal y la capital del país, Pyongyang. Ayer, ‘paró’ por el símbolo militar toledano, el Alcázar, para presentar su libro, Alma Roja, Sangre Azul, en el que cuenta su particular visión del país a modo autobiográfico. Conocido por sus recientes confrontaciones con los medios de comunicación, el periodista defiende un gobierno comunista en el que asegura ser feliz, «al igual que el resto de norcoreanos».

Alma Roja, Sangre Azul es una crónica de su vida y también del modelo político, económico y social que defiende, el de Corea del Norte. Pero no todo son halagos en esta publicación, habla de las envidias internas y de otros puntos que no ve tan positivos...

La idea del libro era cómo acercar a la gente Corea teniendo en cuenta que la mayoría de mis charlas empiezan preguntándome cómo un nacido en España tiene ese interés por el régimen norcoreano. Pretendo presentar el país como yo lo conocí. En el libro intento hablar de todos los avances de lo que representa una sociedad basada en la igualdad, en el comunismo y en el socialismo. Pero también explico los problemas a los que se enfrentan los coreanos que, al fin y al cabo, son seres humanos. En esta condición tienen cosas en común con habitantes de todo el globo, como la envidia o problemas con la burocracia. Creo que ese último, la burocracia, es un problema que afecta a todo el mundo. Existen burocracias eternas en Corea del Norte que hacen que el país no pueda avanzar como debiera. Por ello en el libro hablo de los avances que se han hecho y los que se deben de hacer.

Una doble función...

Sí. Mi función es doble. Quiero enseñar cómo es Corea al exterior y también mejorar nuestro sistema internamente, adoptando cosas de otros países que nos pueden ser útiles. En mi libro hay crítica porque en Corea existe la crítica interna. Las cosas se aprueban por asamblea y no hay personas que tomen decisiones unilaterales, hay que exponer una idea y convencer a nuestros compañeros.

¿Ha evolucionado mucho Corea en los últimos años?

No tiene nada que ver. En el año 2000 teníamos problemas para hacer cualquier cosa, ahora se mejoran cosas como, por ejemplo, la entrada a medios de comunicación o el intercambio deportivo.

Su saltó oficial a la fama fue tras su aparición en el programa En Tierra Hostil. Acusa al programa de manipulación...

Cuando alguien se presenta como honesto y buen periodista yo me lo creo, ¿por qué no? En el caso de Jalis de la Serna y su equipo de En Tierra Hostil no fue así. Yo les conocía de su trabajo en Callejeros y pensé que se ceñirían a la realidad de las calles. Pero me mintió en muchas cosas. Que pongan opiniones sesgadas o que manipulen mis palabras lo considero lo de menos, pero hubo dos cosas que me parecen dignas de resaltar. Una es que me dijeron que no lo mezclarían con otros países y no fue así. Y lo segundo es que Jalis, tras entrevistar a muchas personas que no salieron en el documental (porque no le interesaba), me dijo que allí veía a la gente feliz. Él mismo me dijo que, realmente, no sabía lo que pasaba en Corea pero que a la gente se la veía feliz independientemente de lo que pasara internamente. Cuando él me dijo eso yo le dije que si él tenía el valor para decir eso en su documental lo demás me daría igual. Pero no lo tuvo. El documental se ha convertido en una pieza de propaganda. Para mí es una persona sin palabra a la que lo único que le interesa es el sensacionalismo. A él y a sus jefes.

Una censura que usted considera deriva en acusaciones falsas como el hecho de asegurar que en  Corea del Norte hay campos de concentración. ¿Es eso falso?

Es la afirmación tan típica como falsa. Pero lo curioso es que todo el mundo habla y afirma sin tener pruebas. Nunca se podría hacer esa acusación a otro país como por ejemplo Estados Unidos, en el que sí sabemos que existe Guantánamo. Las noticias sobre Corea del Norte salen de tiras cómicas.

¿Entonces son «simplemente prisiones»?

Exacto. En Corea hay 24 millones de personas y siempre habrá criminales. Nuestra diferencia es que en esas prisiones la gente debe trabajar sirviendo al pueblo. Trabajando en la construcción de carreteras, cortando madera, cultivando arroz... Trabajos muy dignos que los hace cualquier persona que no ha cometido un crimen, ¿por qué no los va a hacer un criminal? No creemos que un criminal deba de estar todo el día viendo la tele o poniéndose de drogas hasta arriba como sucede en España. Aquí, hay más drogas dentro de prisión que fuera. Las mafias controlan más sus dominios cuando están dentro de prisión que fuera.

Le voy a nombrar algunas afirmaciones que se hacen sobre Corea del Norte y me puede decir si son ciertas o una leyenda urbana: la marihuana es legal, existen 28 cortes de pelo permitidos...

Falsas. Cuando se construyen leyendas desde un vacío de la información pasa esto. Es cierto que el país es muy críptico, pero porque tenemos que protegernos de los ataques de los Estados Unidos. Quieren atacarnos como hicieron con Libia y ocuparnos. Pero el hecho de que no tengas información no justifica que mientas. No se pueden montar informaciones basadas en nada o, peor aun, en tiras cómicas como la que contaba que 125 perros hambrientos ejecutaron al tío de Kim Jong-Un.

¿Por qué Amnistía Internacional o la ONU no pueden pasar a Corea del Norte?

 La mayoría de ONGs tienen motivos políticos. Por ejemplo Amnistía Internacional está financiada por gobiernos. Si quieres que Estados Unidos te pague es porque quieres que estés en su agenda. Estos organismos son la tapadera perfecta para justificar un caso contra una nación. El caso de Irak y las famosas bombas de destrucción masiva, por ejemplo.

Desde el 23F escribe The Objetive y alguno de sus artículos acusa a Israel de quejarse de que todos le ataquen con frases como «siempre llorando para dar pena y quejándose del racismo», pero a su vez habla de Corea del Norte con titulares como Uno contra 100. ¿Son los coreanos del norte, o los comunistas en general, el nuevo pueblo perseguido?

Son casos diferentes. Cuando yo hablo de Israel y de que lloran, el Holocausto me refiero, fue terrible y la historia no se puede olvidar, pero uno no se puede quedar anclado en un pasado y no progresar. Israel vive todavía de un Holocausto que no se produce ahora. Se producen ataques puntuales pero como con cualquier minoría. Pero Corea sí está oficialmente en guerra con Estados Unidos. Los americanos están lanzando bombas en la frontera.

Israel se queja de ataques de determinados sectores y son los primeros que atacan a los Palestinos. Si quieren tener un respecto deben de abandonar la política imperialista.

Corea no ataca ninguna nación, sólo se está defendiendo. Al ser una minoría estamos bajo presión.

La película La Entrevista, ¿la ha visto? ¿Qué opina de las acusaciones de ciberataque por parte del gobierno estadounidense?

He visto el trailer porque no voy a pagar, lógicamente, para verla, y descargarla es ilegal. Las acusaciones de ciberataque son completamente falsas, pero había que buscar una nueva cabeza de turco. Al no estar la URSS, Corea es el nuevo enemigo internacional.

Si tuviéramos que atacar a Estados Unidos lo haríamos al Pentágono o a la Casa Blanca, sería un objetivo más lógico.

Ser el nuevo villano nacional, el adelantado de Corea... ¿qué tienen las grandes cabeceras de la prensa nacional en su contra? ¿Qué respuesta tiene para aquellos que le acusan de no ser alguien cercano al régimen sino una persona con contacto con funcionarios de segunda?

Envidia. A determinados periodistas les duele mucho que les paguen 50 euros por un artículo en El País y verme a mí todos los días en la televisión. Pero si tienen dudas pueden hablar con las embajadas o con el Gobierno Español para preguntar mis cargos.