El alcalde de Talavera, Gonzalo Lago, confirmó ayer que el Ayuntamiento está estudiando desde hace tiempo una posible modificación del Plan de Ordenación Municipal apenas dos años después de su aprobación definitiva. A preguntas de los periodistas, el primer edil explicó que el soterramiento era una de las principales características para el desarrollo urbanístico de la zona norte de la ciudad, aunque en estos momentos se desconoce si el soterramiento de las vías de la Alta Velocidad podrá finalmente llevarse a cabo y si es así, cuándo será. «Hicimos un POM donde se contemplaba el soterramiento pero a lo largo del tiempo ese Plan de Ordenación ha demostrado que partes de su desarrollo van a tardar decenas de años en poder llevarse a cabo», explicó.  

Por ello, el equipo de Gobierno analiza ya «las repercusiones que puede tener sobre los ciudadanos» y estudia las posibles variaciones, que como indicó Lago «en un principio eran cambios puntuales, pero ahora vamos más allá». En estos momentos, y tras mantener encuentros con los colegios profesionales de Arquitectura e Ingeniería de Caminos, el Gobierno local está llevando a cabo un informe del que aún no se conocen las conclusiones aunque el exceso de suelo urbanizable y el cambio de uso de urbanizable a rústico de reserva en la zona norte -detrás de las vías del tren- es un denominador común en las partes implicadas. Asímismo lo explicó hace unos días a este diario la concejala de Urbanismo, María Rodríguez, quien tachó de «desproporcionada» la cantidad de suelo para construir en unos tiempos de especial sequía para el sector del ladrillo por la situación económica.

Alta velocidad. El hecho de que la llegada de la Alta Velocidad y el soterramiento de las vías condicione el futuro de la zona más septentrional de la ciudad, está llevando al Consistorio a buscar nuevas soluciones «para eso que no se va a poder cumplir en el POM dentro del tiempo», añadió. No obstante, el alcalde insistió en que él nunca ha dicho que no al soterramiento, «he dicho que quiero AVEcon soterramiento o sin él» aunque asegura ser consciente de que serán el tiempo y la actual crisis económica los que marcarán el devenir de los próximos años en la infraestructura. «Contemplamos modificaciones del POM por si el soterramiento no se produjera».