Santos Mártires registra nuevos casos de perros heridos con anzuelos

L. Morán
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Desde el pasado agosto no se había detectado ningún suceso nuevo, pero en las últimas semanas se han vuelto a repetir los incidentes y hay al menos tres animales afectados

Anzuelo extraído del perro atendido en el centro Pío 109. - Foto: Pío 109 y Endoves

El problema de los anzuelos ha reaparecido en el parque de los Santos Mártires, donde se han registrado al menos tres nuevos casos en las últimas semanas. Se repite así una situación que se viene registrando al menos desde el pasado mayo y que se detectó por última vez, hasta ahora, el pasado agosto. Como ya informó este diario, entre esos meses se habían registrado al menos hasta cinco casos de perros que tuvieron que ser atendidos en diferentes centros veterinarios tras ingerir anzuelos de pesca con sedal y trozos de comida como cebo para reclamo de los animales.

Este problema se ha vuelto a producir en este mismo punto de la ciudad, donde otros tres perros han ingerido anzuelos de las mismas características que los de las ocasiones anteriores y dos de ellos han tenido que ser atendidos por veterinarios.

Desde el Hospital Clínico Veterinario informaron ayer a este diario que atendieron un caso la pasada semana. En concreto, tuvieron que tratar a una perra mestiza de cruce de bretón, que tenía clavado el anzuelo en el esófago, que se ha recuperado de la lesión. En el centro de Talavera atendieron en un primer momento al animal, si bien se remitió después a un centro de referencia en Leganés, donde se le practicó una endoscopia de urgencia esa misma noche.

En Centro Médico Veterinario Pío 109 atendieron el pasado sábado a un perro que se había comido un anzuelo la semana antes y que tenía enganchado en el estómago. Se le practicó una endoscopia, a través de la cual se desclava el anzuelo con una pinza, una técnica menos invasiva que intervenirle quirúrgicamente, precisaron desde el centro.

Desde Pío 109 confirmaron además la existencia de otro caso más, si bien los propietarios cortaron el sedal y decidieron esperar a ver la evolución del animal.

En ambos centros veterinarios confirmaron que, desde agosto, no habían atendido más casos de estas características hasta ahora. «Pensábamos que se había terminado la cosa pero no, por lo visto el desaprensivo que está haciendo esto no se ha quedado tranquilo», manifestaron al respecto desde Hospital Clínico Veterinario.

 Si bien el anzuelo, el sedal y el cebo no ha cambiado en esta ocasión respecto a las anteriores, sí lo ha hecho el lugar donde se encontraban. Así, según precisaron a este diario desde Pío 109, ya no están en el césped sino en los baldosines, camuflados entre las hojas caídas de los árboles. «Como los dueños ya tienen miedo de meterlos en el césped porque se comen los anzuelos, no los ponen en el césped», explicaron desde el centro veterinario.

Desde ambos centros instaron a los propietarios de perros que se encuentren ante una situación de estas características a no tirar del sedal para intentar extraer el anzuelo porque se puede clavar el anzuelo y por tanto las lesiones que le podrían provocar al perro podrían ser más graves. De igual manera, recomendaron no cortar el sedal porque dificulta la extracción si se ha ingerido en un breve espacio de tiempo.

Al margen de estos casos, ha habido algún perro más que ha estado a punto de tragarse uno de estos anzuelos, como indicó por su parte Victoria Ramos, quien suele sacar a pasear a su perra en esta zona de la ciudad. «Tras dos meses de relativo parón en incidentes, casualmente coincidentes con las vacaciones, volvemos a las andadas de la intranquilidad y el miedo a que nuestros perros sufran daños por culpa de alguien cuya identidad aún se desconoce», manifestó Ramos.

Esta propietaria aseguró que los dueños de perros sienten no estar debidamente atendidos por la autoridades pertinentes en relación a este problema y abogó por que se adopten medidas al respecto.