Hay que seguir creyendo

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El CD Toledo deja escapar ante el Puerta Bonita una ventaja de 2-0 y cede un empate que puede ser clave

Hay que seguir creyendo

No hay tiempo para lamentaciones. Hay que seguir que faltan tres jornadas y, aunque marche quinto, el CD Toledo todavía depende de sí mismo para meterse en los ‘play off’ de ascenso a Segunda División. Sí, se ha perdido una oportunidad inmejorable de sumar tres puntos que estaban en el bolsillo contra el Puerta Bonita. Pero que nadie dude de que este equipo no ha dicho todavía su última palabra. Y, puestos a jugársela con alguien en Leganés, territorio comanche, que sea con los mismos que a día de hoy están haciendo disfrutar a la parroquia capitalina.

Había que ganar al Puerta Bonita y era el día marcado en rojo. El partido más importante de los últimos años para la entidad. Pero todo empezó a trastocarse desde antes de comenzar. Rufino, con una molestia muscular, desaparecía de la convocatoria y su sitio en la citación lo tenía que ocupar el canterano Rubén.

Así, el once de Idiakez se vio alterado. A Colinas le tocaba pelearse en punta como delantero y se volvía a la superpoblación del centro del campo como antídoto a la falta de un hombre importante en la vanguardia. Más allá de sistemas y nombres, estos partidos se empiezan ganando por empuje y así lo entendieron los verdes, cuya presencia en el área de los madrileños se multiplicó en forma de situaciones de estrategia. La verdad es que Iván Mateo estuvo impecable poniendo el balón en ellas, pero faltó algún remate más nítido para abrir el marcador.

Con todo, el CD Toledo era quien daba sensación de peligro y no tardó en confirmar su dominio. Urko Arroyo se escapó a la espalda de la defensa del Puerta Bonita y Yuma entró llevándose todo por delante. Queda la duda de si el derribo se produjo dentro del área o no, pero el colegiado no dudó y pitó un penalti que Iván Mateo transformó con un zapatazo.

Las cosas marchaban bien, dejando a un lado las circunstancias, y parecía que se avecinaba una mañana plácida porque lo más complicado estaba conseguido. Más aún cuando Morales ganó con velocidad la línea de fondo y puso un buen balón al interior del área. Por allí, entrando desde atrás y sorprendiendo a los centrales del Puerta Bonita, apareció de repente Colinas, el más bajito de todos, para cabecear a la red el 2-0.

Los madrileños parecían estar en coma, buen síntoma para creer en que el CD Toledo se iba a llevar un triunfo fundamental para sus aspiraciones de jugar los ‘play off’. Sin embargo, en el minuto 39, quedó patente qué mantenía las contantes vitales de los visitantes. Un error en la entrega de Cuerva terminó en los pies de Chevi, quien ejecutó un disparo que halló la buena respuesta de Manolo.

Con este aviso y otro contratiempo, la marcha de Urko Arroyo con problemas físicos y la entrada de Pedro, finalizó una gran primera parte de los capitalinos. Tocaba irse al descanso y volver dispuestos a resolver el trabajo, algo que puedo hacer Aguirre en el primer minuto de la reanudación. Pero el extremo, que recibió un pase al espacio, no vio a Colinas en la derecha y se jugó el mano a mano por su cuenta ante un Sierra que salió victorioso del lance.

Desconectados. De la posible sentencia se pasó a la desaparición en combate del CD Toledo. Sin ritmo, con imprecisiones, los verdes entraron en el juego anodino del Puerta Bonita y ahí empezaron a complicarse la vida. Para colmo de males, Tete le regaló un balón a Cano en una zona comprometida. El extremo madrileño corrió hacia el área de Manolo y batió al cancerbero con un tiro cruzado para firmar el 2-1.

Aún así, Barranco pudo restablecer la ventaja de dos goles para los locales, pero un defensor taponó su disparo a bocajarro. Los de Idiakez ya estaban metidos en el laberinto y no tardó en aparecer el Minotauro para devorarlos. Fruto de la ansiedad, se perdió otro balón en la medular y el Puerta Bonita buscó a Cano. El extremo se sacó un centro pasado con la permisividad de Tete, algo tibio, y al segundo palo apareció Chevi para igualar el marcador.

Desde entonces, el partido se convirtió en una madeja de hilos enredados que el CD Toledo no supo desenrollar. En el desorden, los toledanos no se sintieron a gusto y se la jugaron con Miguel Ramos y Rubén. El primero peinó un buen balón para un empalme flojo de Colinas y Aguirre probó suerte tras una acción individual.

El gol no llegaba y, sin San José que ya estaba expulsado, los locales sufrieron con dos contragolpes de un Puerta Bonita que se pudo llevar el choque, pero ni Edgar ni Cano supieron batir a un Manolo indefenso. La última, con todo, la tuvo el canterano Rubén. Solo ante Sierra optó por la potencia y su disparo lo desvió el cancerbero; el rechazo salió hacia la portería, pero demasiado alto y acabó botando en el larguero.

Y ahí es donde parecen encontrarse ahora los toledanos, bailando sobre la alambre como un equilibrista. Pero, sinceramente, no es el momento de mirar abajo. Para empezar, porque uno se marea y se termina cayendo. Después de un golpe como éste hay que mirar al frente y allí esperan Butarque y el Leganés.

Un auténtico derbi contra un equipazo que está en la zona de ascenso, pero al alcance del CD Toledo. Por cierto, un CD Toledo, éste, con el que se puede ir a cualquier guerra porque ya ha ganado en Lezama al Athletic B o en Sestao al líder. Si alguien quería un partido de ‘play off’, ahí lo tiene.