Unión de sentimientos

J. L. M. / Talavera
-

La procesión de la Pasión del Señor en la Comarca cerró ayer el Domingo de Ramos en Talavera, una jornada marcada por el buen tiempo y la masiva afluencia de público a las procesiones.

A pesar de que este año la participación de municipios pertenecientes a las antiguas tierras de Talavera ha sido menor que en ocasiones anteriores, la procesión de la Pasión del Señor en la Comarca volvió a ser una de las más concurridas de todas las que se llevan a cabo a lo largo de la Semana Santa talaverana. Respecto al cartel configurado para la conmemoración del año pasado, en esta ocasión no han estado presentes las localidades de Pepino, Segurilla, La Pueblanueva, Montesclaros y Alberche. No obstante, esta circunstancia no restó vistosidad a un evento en el que se volvió a poner de manifiesto el estrecho vínculo cultural que la ciudad mantiene con su extensa área de influencia, y casi sirvió de aperitivo de lo que está por llegar en la semana grande de Mondas. Además, no hay que olvidar que este singular recorrido procesional tiene una lista de espera bastante amplia y son muchos más los municipios que esperan con muchas ganas poder procesionar por las calles de Talavera.

Novés, con un paso que representaba la oración en el Huerto de los Tres Olivos; Camarena, con una talla de Nuestro Padre de Jesús de Medinacelli; Azután, con el Cristo del Amparo; Carmena, con Nuestro Padre Jesús Nazareno; La Puebla de Montalbán, con Cristo atado a la columna; La Mata, con una espectacular Virgen de los Dolores; Domingo Pérez, con el Santísimo Cristo de los Cordones; Fuensalida, con un sobrio Santo Sepulcro; Alcaudete de la Jara, con la Virgen de la Soledad; y finalmente Santa Ana de Pusa, con el Santísimo Cristo Resucitado, fueron las poblaciones encargadas de completar los ritos procesionales previstos para la jornada del Domingo de Ramos, que comenzaron por la mañana en los Jardines del Prado con la también vistosa y animada procesión de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, más conocida popularmente como ‘La Borriquita’.

Los pasos de cada uno de estos pueblos salieron pasadas las cinco y media de la tarde de la iglesia de La Colegial para completar un recorrido que les llevó por algunos de los rincones más importantes del Casco Antiguo de Talavera, como es el caso de la plaza del Pan, la zona de las Murallas de la calle Carnicerías o las plazas de San Pedro y San Agustín. La historia y el patrimonio de todos estos emplazamientos contribuyeron a dar mayor atractivo a las diferentes tallas portadas a hombros por los cofrades, que aguantaron con entereza las elevadas temperaturas y los largos tiempos de espera. De hecho, algunos acudieron pertrechados con neveras repletas de botellas llenas de agua, ya que el calor hacía mella.

Menos aguante tuvo una mujer que se desmayó en plena plaza del Pan momentos antes de que arrancara la marcha procesional, que se encargó de abrir con sus sones la Banda Municipal de Música talaverana, agrupación que de aquí en adelante tendrá mucha tarea por las Mondas y por las Ferias de San Isidro. No obstante, los voluntarios de Protección Civil reaccionaron con celeridad y atendieron diligentemente a la afectada.

Acto diocesano. Y es que no hay que olvidar que entre la salida de los pasos de la iglesia de Santa María la Mayor y la puesta en marcha de la procesión transcurrió algo más de una hora, debido a que estaba previsto un acto diocesano en la plaza del Pan que recordó mucho a esas misas de campaña que tienen lugar en las romerías de los pueblos participantes en la cita religiosa de ayer.

El encargado de oficiar este acto religioso fue el vicario de la ciudad, Felipe García Díaz-Guerra, quien estuvo acompañado en el escenario habilitado para la ocasión por los párrocos de las localidades asistentes, así como por buena parte de los integrantes del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento talaverano y por los responsables municipales de las poblaciones invitadas este año.

El buen tiempo de toda la jornada permitió que el seguimiento de los diferentes pasos procesionales fuera muy numeroso, de tal forma que el recorrido estuvo repleto de muchos talaveranos y copado por una gran cantidad de visitantes que no desaprovecharon la oportunidad de presumir de las tallas procedentes de sus poblaciones originarias.