Sánchez fija el 'no' al referéndum catalán como línea roja para pactar

JAVIER D. BAZAGA (SPC)
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El líder del PSOE presenta su proyecto del Gobierno, que se sustenta en seis pilares, entre los que destaca su oposición a una consulta secesionista y la defensa de un Estado federal

Aún no se han celebrado las elecciones y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, esbozó ayer los márgenes que deberían guiar las negociaciones para los posibles pactos de Gobierno. Se trata de un documento en el que pretende dar respuesta «no a con quién» se cerrarán esos acuerdos, sino «al qué». Yen el punto más conflictivo, el del referéndum independentista que exige Podemos, el no sigue siendo rotundo, ya que en su proyecto de Constitución federal no tiene cabida. Así, la línea roja se mantiene.

En un acto al que quiso darle solemnidad, junto al monumento a la Constitución Española de 1978, el progresista presentó este informe, titulado Sí a los seis principios para el Gobierno del cambio, con el que pretende despejar las incógnitas «no para los próximos cuatro años, sino para los próximos 10 ó 15», que resume «los seis pilares para construir todos las alianzas».

No obstante, no quiso dar por hecho que tendrá que negociar, aunque todas las encuestas apuntan en esa dirección, cuando afirmó que su grupo «sale a ganar las elecciones», erigiéndose como el único instrumento válido para que se produzca «un cambio que no tiene intermediarios». «Estas no son unas elecciones más porque España vive una encrucijada que va a determinar, de manera clara, el rumbo que tome nuestro país para las próximas generaciones, las presentes y las futuras» añadió.

El primero de esos pilares se refiere al mantenimiento del Estado del Bienestar, con el que se presume el rechazo rotundo a cualquier tipo de recortes en este capítulo. A cambio, Sánchez propuso una «reforma fiscal progresiva y suficiente que garantice la provisión de bienes públicos» para sostener la Sanidad, la Educación o los Servicios Sociales. En definitiva, caminar hacia la «reconstrucción» del Estado de Bienestar.

En segundo lugar, defendió la redacción de un nuevo Estatuto de los trabajadores, que lleva aparejada la «derogación de facto de la reforma laboral del PP» para hacer más competitiva la Economía española, pero «haciendo las cosas mejor y no más baratas».

interferencias. El tercer pilar lo situó en unas instituciones independientes lejos del «control político de la Justicia, de la Administración, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la RTVE, y de los organismos constitucionales y reguladores». Sánchez recordó su propuesta de «dejar a un lado la designación partidista» para evitar interferencias políticas. La Ley Mordaza desaparecería.

En cuarto lugar señaló como principio básico de ese «Gobierno del cambio» la lucha contra la violencia de género y la protección de las víctimas y sus hijos.

La reforma de la Constitución ocupa el quinto lugar en esta lista de principios. «En ella no hay un referéndum de autodeterminación ni para Cataluña, País Vasco ni Galicia», matizó Sánchez, que aspira a «culminar el modelo territorial del país».

Por último, el líder de los socialistas citó la «Europa social, democrática y solidaria» que relaje las exigencias de déficit público que limitan el crecimiento económico del país. Así, se manifestó a favor de un déficit público «más acorde con la situación económica y social del país», ya que «el 20 por ciento de los españoles vive con una renta anual inferior a 8.000 euros, y a este hecho dramático tenemos que darle prioridad».

Con estas guías, Sánchez y su equipo acudirán a las negociaciones para formar un futuro Gobierno que conduzca a un país «mucho más justo socialmente, europeísta, unido que reconoce su diversidad territorial y que garantice la cohesión social, la independencia y las libertades».