Banco Popular lanza una ampliación urgente de capital de 2.505 millones

Agencias / Madrid
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La entidad suspende el pago del dividendo a sus accionistas este año y lo retrasa hasta 2017 si el grupo consolida su balance, mientras sus acciones se desploman un 26,5% en la Bolsa

 
Banco Popular realizará una ampliación urgente de capital por importe efectivo de 2.505 millones de euros para «fortalecer» su balance y mejorar sus índices de rentabilidad y sus niveles de solvencia y calidad de activos, según anunció ayer la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. 
Con los recursos obtenidos, el banco podrá reforzar su franquicia y avanzar «con mayor firmeza» en su modelo de negocio comercial y minorista, aprovechar las oportunidades de crecimiento que el entorno ofrezca y, a la vez, continuar de forma acelerada con la reducción progresiva de activos «improductivos». 
En concreto, el banco ampliará capital por un importe nominal de 1.002 millones, mediante la emisión y puesta en circulación de más de 2.004 millones de nuevas acciones ordinarias de 0,50 euros de valor nominal cada una, de la misma clase y serie de las que se tiene actualmente en el mercado. 
El anuncio se produce un día después de que los títulos de la entidad, presidida por Ángel Ron, cerraron a un precio de 2,356 euros, con un avance del 7,5%, por lo que la ampliación se realizó con el descuento del 47%. 
Tras conocerse la operación, las participaciones del Popular se desinflaron al cierre de la jornada más de un 26,49%, hasta intercambiarse a un precio de 1,732 euros. 
El banco lanzó la ampliación de capital, asegurada por UBS y Goldman Sachs, con derecho de suscripción preferente y con el fin de acelerar la normalización de su rentabilidad en 2017. 
Ángel Ron estimó que la necesidad de reforzamiento de los niveles de coberturas durante este año podría ascender hasta un importe aproximado de 4.700 millones, que supondría un aumento en 12 puntos porcentuales hasta un 50%, en línea con el promedio del sector bancario nacional. 
En este contexto, la entidad determinó suspender el pago de dividendo a los inversores, como ya hizo hace cuatro años, para 2016 y retrasarlos, en principio, hasta el próximo ejercicio, a la espera de reanudarlo «tan pronto como el Grupo informe de los resultados consolidados positivos interanuales en 2017». 
«Se trata de una situación extraordinaria. Tenemos la intención de reanudar los pagos gananciales tan pronto como el banco retorne a la normalidad de su beneficio y a la política histórica de superávit, explicó el presidente. 
Además, Ron avanzó que como objetivo fundamental se compromete a una ratio de pago de dividendo en efectivo de al menos del 40% para 2018. La operación se realizará a través de una colocación de participaciones en la que los accionistas tendrán desde el 28 de mayo al 11 de junio la posibilidad de ejercer su derecho de suscripción preferente para acudir a ella o vender sus derechos. 
 
DESINVERSIONES. Asimismo, el alto ejecutivo de la firma explicó que la transacción anunciada permitirá a la compañía financiera acelerar la estrategia de reducción del negocio inmobiliario actual con un nuevo objetivo de desinversión de 15.000 millones de euros de activos improductivos brutos entre los ejercicios 2016 y 2018. 
Como resultado, el banco pasará a tener una elevada capacidad de generación orgánica de capital futura, lo que permitirá acelerar la vuelta a una política de dividendos en efectivo normalizada a partir de 2017.