Francisco Martínez Arroyo valora que por primera vez se facilitan préstamos al margen de convocatorias de ayudas, catástrofes climatológicas o dificultades de mercado. El protocolo durará dos años y los únicos requisitos que se ponen es que los perceptores sean agricultores profesionales: que coticen a la Seguridad Social como tal y que el 50% de sus rentas dependan del campo.