El mundo que nos rodea actualmente dista por completo del que los hombres de las cavernas conquistaron hace 60.000 años. Desde entonces, se ha inventado casi todo lo que forma parte de la vida actual. Son infinitas las creaciones humanas que han transformado la Tierra en un lugar más habitable. Desde el fuego, la rueda, la moneda, la imprenta, los antibióticos, la bombilla eléctrica, el teléfono, la televisión o el automóvil han recorrido un largo camino de superación. Sin embargo, internet ha sido el avance tecnológico por excelencia, del que ya no podemos separarnos ni en el ámbito laboral ni en el social o familiar. La red de redes está presente en casi todos los detalles del día a día.
En este contexto digital, la tecnología ha favorecido el asentamiento del comercio electrónico, que se ha convertido en un escaparate mercantil y en una plataforma imprescindible para las compañías.
Fue en torno a 2012 cuando la mayor parte de la sociedad se estrenó con compras virtuales. Según el Observatorio Cetelem, el 67% de los españoles afirma que realizó su primera compra virtual en ese año.
Tres años después, la facturación del comercio electrónico superó los 5.300 millones, según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Las agencias de viajes y los operadores turísticos fueron los sectores con los mayores ingresos por ventas on line, seguidos del negocio textil en prendas para vestir.
De los 74 millones de transacciones digitales que se realizaron en España, los discos, libros, periódicos, papelería y otros artículos de ocio lideraron la demanda.
El perfil tipo de comprador es el denominado grupo de los milennials, jóvenes de entre 20 y 35, que se constituyen como los líderes absolutos al reconocer el 75% de ellos que realizan sus compras al través de la red.
En lo que respecta al sexo, no existe una distinción entre hombres y mujeres, ambos compran a la par, aunque se decantan por sectores muy dispares.
Los españoles tienden a consultar, antes de comprar, a su círculo más cercano, familiares y amigos, dejando en un segundo término a las webs de las marcas y, en tercer lugar, a los blogs y foros de opinión, según Cetelem. El importe medio por persona ascendió a los 1.354 euros en 2015.
No obstante, España se encuentra por debajo de Dinamarca o el Reino Unido, donde más de las tres cuartas partes de su población realizó algún tipo de compra on line en los pasados 12 meses.
Mientras, las naciones que menos E-commerce realizaron dentro de la UE en esta etapa fueron Rumania (8%) y Bulgaria (12%).
En términos globales, en 2015 el balance de ventas fue de 1,67 billones de dólares, un 25% más respecto al ejercicio anterior, según eMarketer, lo que supuso el 7,3% de las operaciones comerciales de todo el mundo que alcanzaron los 22,82 billones de dólares. China con 672.000 millones lideró el ranking seguido de EEUU (349.000), el Reino Unido (99.000) y Japón (89.550). Para este año se espera que más de 55.000 millones de dispositivos se conecten con 1.000 millones de usuarios digitales.
En España, la transformación digital tuvo en 2015 un impacto de más de 120.000 millones sobre el valor añadido bruto de segmentos como telecomunicaciones, turismo, finanzas, transportes, salud, energía e industria.
Billetes de avión. Uno de los sectores más significativos de E-commerce es la adquisición de billetes de avión que en España se situó en 2014 en el 34,2% frente al 67,4 de media comunitaria, según Eurostat. Así, los finlandeses, con un 92%, los suecos (84,9%) y los holandeses (81,3) fueron los europeos que más reservas aéreas registraron.
En esta línea, Correos ha puesto en marcha su tienda virtual, tucorreos.es con la que el operador entra en el negocio de la comercialización de entradas de cine, conciertos, teatros y todo tipo de eventos para erigirse como el principal proveedor de servicios de comunicaciones físicas y digitales. Los clientes podrán recibir sus compras, sin gastos de envío, bien en su domicilio o en las oficinas postales más próximas.