Las muertes de este comando me duelen en lo más profundo del alma y aun más por no haber podido hacer nada por evitarlas. Yo tan solo tenía 20 años y aun así me jugué la vida en ese intento. Me costó siete años de mi vida en Argelia y que se me condenara a una pena terrible", confesó López Riaño, que integró uno de los comandos más sangrientos de la historia de ETA, el 'comando Madrid'